Chilón: el expediente negro de Mario “Pelotas” Hernández Aguilar
Por: Derky Wilner #LiderChilon
En Chilón, Chiapas, la promesa de un gobierno cercano y humanista terminó convertida en un manual de corrupción, represión y cinismo. El alcalde Mario “Pelotas” Hernández Aguilar se ha distinguido no por obras o desarrollo, sino por un catálogo de escándalos que han dejado a la población entre la indignación y el miedo.
Ejecuciones políticas disfrazadas de “atentados”
El caso más brutal es el asesinato de Neftalí Jiménez Moreno, ocurrido el 21 de octubre de 2024. Chofer del exalcalde Carlos Ildefonso, fue interceptado por policías municipales, detenido y posteriormente ejecutado con un tiro de gracia.
Los casquillos hallados en el lugar eran de uso exclusivo del ejército, y los policías ni siquiera tenían permisos de portación de armas. En video, Neftalí alcanza a suplicar: “¡No estamos haciendo nada!” segundos antes de ser asesinado.
El director de la Policía Municipal, José Alfredo Pérez Moreno, ya fue detenido por este crimen. También el tesorero municipal, Alfredo “El Flaco” Guzmán Vázquez. ¿Y el alcalde? Estaba en el convoy, pero intentó vender la historia de que se trataba de un “atentado” contra él. Una mentira burda para encubrir lo que fue, en realidad, una ejecución política.
Patrullas para uso personal
Mientras la delincuencia crece, en Chilón se usan las patrullas oficiales como si fueran taxis privados. La subdirectora de la Policía Municipal fue exhibida usando una unidad para ir a sus clases en Ocosingo. La patrulla, el combustible y el chofer: todos pagados con dinero del pueblo.
Tablear detenidos en comandancia
En la propia Secretaría de Seguridad Pública municipal, policías entregaron a un detenido a la FRIP, quienes lo “disciplinaron” a tablazos. Todo ocurrió con la complacencia del director de la corporación. La “justicia” en Chilón no se aplica en tribunales, sino a golpes dentro de las oficinas de gobierno.
El pasto robado
La burla llegó al deporte. El alcalde fue exhibido robándose el pasto sintético de una cancha de futbol 7 en Bachajón para instalarlo en su casa particular. Los jóvenes se quedaron sin espacio deportivo, mientras el edil acondicionó su domicilio para fiestas privadas. Si se atreve a robar un simple pasto, ¿qué más no se estará robando este gobierno?
Programas sociales de risa
Lejos de proyectos de infraestructura o apoyos reales, la política social del alcalde se reduce a la entrega de machetes, palanganas y molinos. Una caricatura de gobierno que confunde clientelismo barato con desarrollo comunitario.
La guerra digital
Para quienes se atreven a denunciar, la respuesta es la difamación. Desde Comunicación Social se financian páginas anónimas y perfiles falsos para lanzar ataques, calumnias y campañas de odio contra periodistas, activistas y ciudadanos críticos.
Balance de un gobierno de terror
En apenas nueve meses, el saldo de Mario “Pelotas” Hernández Aguilar es aterrador:
Una ejecución política con funcionarios municipales detenidos.
Patrullas usadas como vehículos particulares.
Detenidos entregados para ser golpeados en comandancia.
Robo descarado de bienes públicos como el pasto sintético.
Programas sociales reducidos a machetes y palanganas.
Difamación contra críticos y uso del presupuesto para campañas de odio.
Cero obras, cero desarrollo, cero resultados.
Y aún tiene el descaro de pensar en reelegirse en 2027.
El verdadero atentado en Chilón no fue contra el alcalde. El verdadero atentado es contra el pueblo: un municipio gobernado con miedo, con cinismo y con violencia.