El auditorio de la Universidad Cristiana de Chiapas resultó insuficiente para alojar a los amigos, familiares y compañeros de trabajo del Flaco de Oro, quien dio gracias a Dios ya que en fechas recientes recibió un reconocimiento de la Escuela Libre de Derecho de Chiapas, el Premio Nacional de Locución y el Micrófono de Oro por la Asociación Nacional de Locutores de México.



